¡ACABAR CON LOS MALTRATADORES!

Ayer Leire anunció reformas legales contra los maltratadores, y, como era de esperar, inmediatamente se le ha echado encima la prensa conservadora. ¡Animo Leire!

p.d. He escrito esto en el blog de Pepe Blanco:

Susi Detory. Noviembre 26, 2010 en 1:15 pm

Hola Pepe, hace tiempo que no venía por aquí.

Hoy es un buen día, porque Leire acaba de anunciar la modificación del código civil para evitar que los maltratadores tengan la custodia exclusiva de los hijos, y que puedan heredar de sus víctimas (que ya sería el colmo).

Seguimos en una sociedad muy machista (ya sé que tú no eres así) y me parece muy bien endurecer las medidas en este sentido. No podemos escudarnos en supuestos garantismos procesales para poner palos en las ruedas en este proyecto.

Un abrazo.

ATROPELLO MORTAL

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Elena Valenciano denuncia en su blog una historia terrible: una persona indefensa es atropellada con saña, en repetidas ocasiones, hasta que muere. Es un asunto de candente actualidad.

Se trata de un anciano que, siguiendo el atavismo “la maté porque era mía”, ha usado la violencia de género contra su compañera sentimental. Comenta Elena “nunca he pensado en ellos, ni me han interesado demasiado los estudios sobre “el perfil del maltratador”. Y creo que lo dice porque esto es con frecuencia, usado demagógicamente para criminalizar a los colectivos inmigrantes.

Elena propone la receta para acabar con esto: ”Hemos de cambiarlo todo, desde el principio, desde las primeras palabras que decimos a los niños y las niñas. Cambiar el significado de ‘fuerte’ y de ‘débil’, de ‘mi amor’, de ‘mi mujer’, de ‘quién manda’”. Lo comparto plenamente. Decir “mi amor” denota posesión: basta con “amor”, a secas. ¡Tan fácil! ¡Tan difícil!

p.d. He colgado esto en su blog:

Susi // 17 nov, 2010 at 12:25 pm

”Hemos de cambiarlo todo, desde el principio, desde las primeras palabras que decimos a los niños y las niñas. Cambiar el significado de ‘fuerte’ y de ‘débil’, de ‘mi amor’, de ‘mi mujer’, de ‘quién manda’.

Qué bonito anhelo, que comparto plenamente. Decir “mi amor” denota posesión: basta con “amor” a secas.

Que terrible imagen, esa de una persona indefensa siendo atropellada reiteradamente hasta la muerte.

Un abrazo.